APORTACIONES AL MINIDEBATE ABIERTO EN ANDALUCÍALAICA RESPECTO A LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA.

Creo que la asignatura está bien planteada en principio. Y debería estar cerrada a interpretaciones ideológicas fuera del marco en el que nos movemos: La ética universal, la DUDH, la democracia, el pluralismo, la resolución pacífica de los conflictos, la visión de la naturaleza humana que nos aportan las Ciencias, la participación, la sostenibilidad ambiental, la justicia social, el reparto de la riqueza, etc. El problema fundamental es que no se puede trabajar con rigor, seriedad y continuidad a razón de una hora semanal durante un SOLO curso. Será (ya lo es) una María. Y lo que no se puede admitir es su adaptación al ideario de centro, como no se hace con la Biología ni con la Geología, puesto que en ellas no cabe el creacionismo, aunque más de uno lo quisiera. Tampoco con la Literatura o la Historia. Y en ésta si que se puede manipular.

Si sobrase esta asignatura, habría que eliminar por las mismas razones la Ética de 4º y las Filosofías del Bachillerato. Supongo que también las Ciencias para el Mundo Contemporáneo y, no lo olvidemos nunca, la Educación en Valores que se deriva de la transversalidad en todas las áreas.

Todos/as hemos mamado ideologías e ideales, utopías y visiones del mundo y de la naturaleza humana en nuestras clases de filosofía del Bachillerato. Y nos han servido para abrir (o cerrar) nuestras mentes. Seguro que algún un poso nos queda de ellas y perdida en nuestras neuronas, la influencia de algún profesor/a que nos enseño a pensar de forma crítica y autónoma. ¿Es "malo" adelantar estas reflexiones a los 14 años?

Finalmente, yo puedo hablar de los contenidos de una materia muy parecida, desde mi escasa formación filosófica, puesto que impartí Ética de 4º de la ESO. Creedme cuando os digo que fue una experiencia enriquecedora presentar a los adolescentes cuáles son las claves de la felicidad colectiva (e individual) y dónde reside la esencia del proyecto común de estos monos digitales que somos los seres humanos.

Casimiro Jesús Barbado López